jueves, julio 26, 2007

AL QUE LE GUSTE BIEN, Y AL QUE NO, PUEDE DAR LA MEDIA VUELTA Y CERRAR POR FUERA !!

Aún no puedo entender el por qué de tanto asombro. Sí, de acuerdo, tengo casi 30 años y estoy soltero. No tengo novia, ni hijos "por ahí".
Pero ¿a quién le importa eso?. Mejor dicho ¿por qué debería importar?
Es increíble el asombro de algunas personas, sobre todo las que recién conoces, cuando te preguntan si tienes familia, y tu respondes que no. Que a tu edad no hayas formado una familia, al parecer es un asunto de seguridad nacional.
Y ahí es cuando empiezan las preguntas.
¿Y por qué no, si ya estás en edad?, ¿No has pensado en que después será demasiado tarde?, Te estás quedando abajo del tren....
Y los prejuicios.
... Debe ser gay... (en voz baja, pa que no escuches).
Y el servicio de utilidad pública.
"Tenemos una amiga que es soltera, le hemos hablado de ti y quiere conocerte" (mis hermanos).
Vuelvo a lo mismo, ¿Y qué importa?.
Soy humano como todos, me siento solo a veces y claro que me gustaría tener a alguien al lado... pero el matrimonio y los hijos no es algo que esté en mi "chip", al menos no por ahora. No porque fulano de tal se casó a los 21 y fue padre a los 22, yo deba hacer lo mismo. Eso, si es que llega, llegará en su momento, cuando YO sienta que es el momento correcto.
Por lo demás, no tengo por qué andar dando explicaciones. Si yo estoy soltero, es porque estoy bien así y punto. Yo lo elegí. Si tú elegiste tener hijos y cambiar pañales, es tú cuento. A ti te llenan tus hijos. Yo valoro mi espacio y el silencio. Tú eres feliz (supongo) con tu familia. Yo soy feliz a mi manera.
Ah!! se me olvidaba... el sentimiento de superioridad.
¡Mira lo que he logrado, mi familia y mis hijos!. En cambio tú, todavía solo. (frase sinónima de "a quién le has ganado tú").
Puede que para tí sea un gran logro. Pero a mi no me interesan tus logros. Y no me siento un fracasado por estar soltero. Si tú lo ves así, es tu problema. Si hablamos en esos términos, tú estás preso por el destino que tú mismo te forjaste. No puedes deshacerlo, no tienes opción. Yo en cambio, aún puedo ir y venir a mi manera. Y puedo elegir cuándo cambiar mi destino. Tú ¿puedes hacerlo?
Claro que no.
Entonces, no me juzgues.
Vive tu vida, y no te metas conmigo.
(Dedicado a aquel personaje que se sintió superior sólo por el hecho de haber sido padre hace poco. No sé cómo pudiste cambiar tanto. Te deseo lo mejor... pero espero no saber de tí nunca más).

lunes, julio 23, 2007

LO COTIDIANO...


Abro los ojos algo asustado, todo está oscuro aún, soñaba que me cortaban un brazo, otra pesadilla para coleccionar, hace mucho frío, creo que hoy lloverá, me levanto, aún tengo sueño, me duele el estómago y la cabeza, tomo desayuno, hago mis cosas, reviso el correo, llamo por teléfono, necesitan un instructor de artes marciales, está lloviendo a mares, preparo mi currículum, concerto entrevista, el teléfono se echó a perder, todos duermen en casa, mi mamá aún sigue enferma, muero de frío, me ducho para que se me pase, me visto y salgo, no tengo plata en la Bip, maldición tengo que caminar hasta el metro, llego hecho sopa, quisiera tener el frente al genio que se le ocurrió el Transantiago para matarlo a patadas, tomo el metro, me bajo, tengo que hacer intercambio, la micro no pasa, puta que hace frío, la micro no pasa, me estoy mojando, la micro no pasa, me estoy atrasando, la micro no pasa, tomo un colectivo, llego al lugar, es un colegio donde ya estuve una vez, buenos días me saluda la secretaria, vengo por el aviso de instructor de artes marciales, déjeme su currículum, lo estamos llamando en caso de cualquier cosa, la misma historia de siempre... pienso mil y una cosas, ¿valdrá la pena todo esto?, cruzo la calle, se está inundando otra vez, siempre lo mismo, un par de gotas y hay que cruzar en bote, espero la micro de vuelta, se demora menos en pasar, me subo, hace mucho frío, tengo los pies congelados, pienso en una entrevista próxima, quizás me dejen en el cargo pero tendría que irme y dejar todo... pienso y repienso el asunto, cuánto estoy sacrificando por dedicarme al Wushu sin obtener nada a cambio, entonces quizás no sea tan descabellado irse... fantaseo con la idea de establecerme en otro lugar, otra ciudad, partir de cero, sólo yo... pero primero deben aceptarme, ok no me hago falsas expectativas, en su momento se verá, me bajo de la micro, vuelvo a caminar hasta mi casa, llueve más despacio pero sigue haciendo frío, hoy hay entrenamiento, quizás se suspenda por la lluvia, no me siento bien, sólo quiero dormir, no quiero entrenar hoy, el frío me mata, almuerzo temprano, le doy almuerzo a mi mamá, me siento frente al computador, escribo estas cosas sin sentido, sigue lloviendo afuera, el frío aumenta, reviso los mails, no tengo ninguno, no hay llamadas en mi celular, silencio, veo mi blog, lo tengo abandonado, tengo sequía creativa, en realidad hay una idea en mi cabeza pero no ha madurado aún, comento algunos blogs, mis comentarios apestan, el frío se mantiene, la lluvia aumenta, acabo de comer y ya tengo hambre otra vez, siento otra vez esa sensación de que estoy entregando mucho, me duelen las piernas, son las 14:50, mi mamá duerme y se siente algo mejor creo, me iré a acostar, no tengo ganas de hacer nada, más rato lavo la loza, mi cabeza me traiciona, los pensamientos se cruzan y a veces no sé hasta dónde llegarán las cosas, que será de mí en el futuro... pronto estaré de cumpleaños pero siento que no hay nada que celebrar.

miércoles, julio 11, 2007

DE BOMBERO...


Ayer casi nos incendiamos. Y no es broma. Desperté con los gritos de mi vecina, que se incendiaba su casa. De un salto llegué a la ventana de mi pieza, la abrí y una columna de humo me recibió. No se veía nada, lo único que se percibía eran gritos y humo. Mucho humo.
Pensé de inmediato en mi hermana y su hijo que dormían en la casa-de-atrás-de-mi-casa (no sé si se entiende), y que, por desfachatez, está apegada a la casa que se estaba quemando. Digo por desfachatez, porque el vecino apegó la casa a nuestra muralla, sin consultarnos nunca nada.
El asunto es que más que rápido me puse las zapatillas, bajé las escaleras y corrí a sacarlos de ahí. Mi hermana y mi sobrino dormían, pero con el susto salieron de inmediato del lugar.
Desperté a mi otro hermano, y él se fue a la casa del vecino a tirar agua con baldes. Yo me subí al techo, manguera y balde en mano, a lanzar agua, para evitar que el fuego pasara a nuestra casa.
En un momento fue todo un caos: mucha gente, muchos gritos, humo por todas partes y yo en el techo del vecino (a esas alturas ya me había pasado para el lado) apagando cuanta llama veía. Luego la llegada de los bomberos ( que dicho sea de paso llegaron rapidísimo) quienes tomaron el control de la situación.
Luego los llantos de los afectados. Y posteriormente, la calma.
No sé por qué me sucede esto, pero en situaciones de emergencia, tiendo a volverme completamente insensible; mis emociones se bloquean, y razono más clara y rápidamente, actuando en el menor tiempo posible y evaluando la situación a cada momento. Tomando el control y delegando funciones a los que están apoyando. De que tengo uso de razón he sido igual; he estado auxiliando a alumnos accidentados graves ( con fracturas expuestas y todo), a familiares accidentados, en situaciones como la de ayer (incendio) y siempre actúo igual. A veces me critican mi falta de sensibilidad en situaciones así, por que no sucumbo ante el dolor de los afectados. Pero qué le voy a hacer, ya soy así. Sólo me concentro en hacer lo necesario en el menor tiempo posible.
Después de la "acción", vienen las evaluaciones, el "feedback", que por qué hice esto o lo otro, que a lo mejor pudiese haber tomado esta otra decisión, en fin... ayer por ejemplo, después del incendio, pensaba en que hubiese pasado si el techo cedía a causa del fuego... claramente no estaría contando ésta historia, o quizás habría terminado herido o quemado en el mejor de los casos. Pero en el momento no pienso en eso, sólo en hacer lo que hay que hacer.
No me las doy de valiente, soy un tipo del montón. No sé si es bueno o es malo ser así. Claro está que ayuda a no caer en la desesperación en momentos críticos. Por lo menos a mí me ayuda a actuar de manera más fluída. Y hacer lo que creo es lo correcto.