¿PEDAGOGÍA O "PEGA JODÍA" ?

Al principio era sólo un juego de palabras, pero con el paso del tiempo se convirtió en una triste realidad. Pronto se acercará el momento en que tendré que retomar la docencia en algún colegio. Y me avergüenza decirlo, pero después de llevar un camino recorrido, no puedo dejar de sentir que es sólo un trabajo estable. La tan nombrada reforma educacional, es nada más que un instrumento para que el alumno pase de curso, ofreciéndole infinitas oportunidades para que lo consiga... lo que no logra otra cosa que fomentar la flojera en los estudiantes, porque ya saben que si no realizan el trabajo hoy, tienen hasta fin de año para ponerse al día. Esta es una triste realidad, que se hace más evidente en los establecimientos de nivel medio-bajo. Además, a esto se suma la presión de la dirección, utp y demás estamentos directivos, que si ven que una determinada asignatura tiene muchos reprobados, debes aplicar una "medida de remedial", para que no vuelva a ocurrir. O sea, es el profesor el que está enseñando mal, es el profesor el que no aplica adecuadamente las metodologías, es el profesor el que no sabe motivar, el profesor aquí, el profesor allá... ¿pero se han preguntado qué pasa realmente al interior de las salas de clases? Me encantaría que todos los que critican, y en especial todos los integrantes del Ministerio de educación, se enfrentaran a realizar 1 clase, sólo 1 clase, en las condiciones en que tenemos que desenvolvernos muchos profesores: alumnos agresivos y violentos, desgano y descontento generalizado, problemas familiares... en fin, situaciones para las cuales no fuimos formados (porque yo no recuerdo que en la universidad haya un ramo donde te enseñen a tratar con este tipo de cosas). Y más encima, que la dirección del establecimiento te haga "nivelar para abajo" lo encuentro el colmo, por decir lo menos. ¿Así que estamos logrando? ¿Cuándo podremos obtener una educación de calidad si bajamos la exigencia al mínimo? Estoy de acuerdo en que hay que saber aplicar los métodos y adaptarlos a la realidad de cada curso y colegio en particular, pero "seguir dando oportunidades a quienes no se lo merecen" me parece injusto, sobre todo para el ínfimo porcentaje de alumnos que sí se esfuerza y desea salir adelante. En mi asignatura, Educación Física, se suman otros aspectos: la visión de muuuuuchos colegas (obsoleta por lo demás) de otras asignaturas, que educación física es sólo correr y jugar a la pelota; que te sirve sólo para subir el promedio; que deberían eliminarla; etc, etc. En el último lugar donde trabajé como profesor, en más de una ocasión tuve serios "encontrones" con el director y sostenedor, debido a su afán de querer bajar el perfil de la asignatura, relegándola sólo a un mero "pasatiempo". No señor, yo no fui a la universidad ni me preparé para soportar ese tipo de cosas, lo que a mí me interesa es que el alumno APRENDA, ENTIENDA Y VALORE lo que el ejercicio físico puede hacer por su calidad de vida. Y ahora, que llevo un par de años alejado del trabajo en colegios, y sin una actividad estable, me veo en la situación de volver a las clases... pero siempre con la idea de que voy a tener que enfrentarme a un enemigo ya conocido, pero difícil de vencer: la escasa valorización del deporte y la actividad física, mal endémico de este país. Y esto abarca luchar contra la flojera de los alumnos, el escaso apoyo del propio establecimiento a tu gestión, la prepotencia de algunos apoderados (si hasta amenazas recibí en su momento, "que por qué hacía correr tanto al niño", entendiéndose "niño" como sustantivo para nombrar a un individuo de 18 años!), entre muchas otras cosas que podría seguir nombrando, pero me faltaría espacio para seguir escribiendo...

De lo único que estoy seguro es que NO TRANSARÉ JAMÁS MI VISIÓN DE LA ASIGNATURA DE EDUCACIÓN FÍSICA, porque me encanta lo que hago, aún soy un deportista activo y creo que mi deber como profesor es fomentar el interés de los alumnos en el deporte y la actividad física. No me interesa "bajarle el perfil" a la actividad, creo que ya está bueno de mediocridad, no quiero alumnos mediocres, quiero formar gente de bien, con valores, esforzados, sanos.

Eso quiero. Es un trabajo duro, jodido muchas veces, hay que remar contra la corriente.

Pero no transaré mi visión del asunto. Al que le guste, bien. Y al que no... me convertiré en su peor pesadilla.