miércoles, mayo 31, 2006

YO SIGO SIENDO AQUEL...


Las cosas han cambiado, pero pese a todo, mi esencia permanece intacta. "Tienes valores y sentimientos que están muy arrraigados en tí, y que no cambiarás" me dijo la chica que leía el tarot. Y tenía razón... ha pasado tanta agua bajo el puente, pero nada ha logrado cambiar mi sentir, mucho menos mi pensar. Simplemente, así soy.

Yo sigo siendo aquél
a pesar de las dudas y mi eterna locura
yo sigo siendo aquél
eterno caminante que vive en cualquier parte
y muere cada noche un poco
que vuelve a equivocarse y vuelve a levantarse
y que ama con la fuerza de un loco

Yo sigo siendo aquél, que cuando muere el sol le echa de menos
Yo sigo siendo aquél, que va dejando el alma entre sus besos
yo sigo siendo aquél, que mira cada noche a las estrellas
y siempre les pregunto, igual que tantas veces
si está durmiendo ella...

(gracias Raphael)

lunes, mayo 29, 2006

ESTADO: AUSENTE.


Buscar la paz interior en el silencio.
Sentir la conexión con tu ser, tu esencia.
Las palabras no sirven, están de más.
Caer en sueños etéreos, colmados de imágenes difusas.
Oscuridad.
Frío.
Soledad.
Mi luz se apaga.


¿CÓMO LO LOGRAS?
De verdad quisiera saberlo. No sé cómo, pero siempre consigues tu objetivo. Basta sólo una palabra emitida de tu boca para hacerme caer, destrozarme y aumentar mis deseos de escapar de tu presencia. Trato de ignorarte, día tras día me repito que tus comentarios ya no abrirán una nueva herida en mí, pero pese a todos mis intentos no lo consigo. No te importa el sentir de los demás; tu lengua escupe frases hirientes sin importar herir ni ofender. Sabes que causas daño, y te encanta provocarlo. Tu sangre no corre por mis venas, es cierto, pero eso no te da derecho. Ya no hay espacio suficiente para ambos aquí. No tienes idea la angustia inmensa que invade mi ser sólo al escuchar tu voz, sentir tu presencia, tu respiración. Como el cáncer, el daño que en mí provocaste, se ha extendido, hasta llegar al estado terminal. Sólo queda una solución para salvar la vida: extirpar. Extirparé de mi alma todo el daño que has provocado, permanentemente y sin remordimientos, por tantos años.
Quédate. Yo me alejo para siempre de tí.
Quédate con tu boca que no sabe cuándo callar, con tus palabras que hieren, tu falta de respeto, tu falsa modestia, tu soberbia.
Quédate con aquellos que sí llevan tu sangre, y que son capaces de celebrar cada una de tus ocurrencias.
Quédate con tu atmófera irrespirable, tu olor a tabaco.
Porque yo no me quedaré.
Ya no te daré ese gusto.

miércoles, mayo 24, 2006


BATMAN RETURNS
Todo nació en una conversación de amigos sobre las películas que nos gustaban, donde cada uno recordó la que más le gustó, lo marcó, etc, por diversas razones. Y tenía que salir al baile, cómo no, la serie de Batman. Casi todos se quedaron con la primera entrega, donde Jack Nicholson realiza un notable papel al encarnar al Guasón. Pero al contrario de ellos, para mí la mejor entrega de la saga sigue siendo la segunda: Batman vuelve, dirigida por Tim Burton. Recuerdo que fui al cine a verla con un primo, y me quedó grabada en la memoria hasta el día de hoy. Quizás sea la atmósfera oscura que tanto me atrae y que Burton logra impregnar al escenario de Ciudad Gótica; punto aparte merecen cada uno de sus personajes, ya que todos tienen su historia: el trauma sufrido por Bruno Díaz al perder a sus padres, y que lo llevan a convertirse en el ¿héroe? atormentado; la total deshumanidad con que el Pingüino es abandonado por sus progenitores; la doble personalidad y deseo de venganza de Gatúbela; la corrupción encarnada por el alcalde de la ciudad. En fin, todos llevan un peso sobre sus hombros que hasta cierto punto hace entendible que actúen de tal o cual forma en el filme... uno hasta llega a sentir tristeza por la muerte del pingüino en las escenas finales. Personajes muy bien elaborados, donde cada uno tenía su verdad, para bien o para mal. Porque al final Batman es un esquizofrénico que nunca logra superar el trauma de haber perdido a sus padres; el Pingüino sólo está tomando venganza por no haber recibido afecto de sus padres y del mundo en general... y así podría seguir, pero el objetivo no es hacer un análisis de la película. Pero lo que me provocó esta película no lo ha podido hacer ninguna de las posteriores entregas del "hombre murciélago", ni siquiera la última que tantos elogios recibió. Yo me quedo definitivamente con ésta.

martes, mayo 23, 2006


EL ARTE DE AMAR
No quiero dar cátedra sobre nada (no podría, con qué ropa), sino que el título hace referencia a la obra de Erich Fromm, libro que me tocó leer en mis años de pingüino, creo que cursaba el 3º o 4º medio. Para quienes no lo ubican ni en pelea de perros, el libro nos dice que no habría sólo un tipo de amor, sino varios tipos de amor, distintos entre sí, pero que a la vez se complementan. Y al final de todo este recorrido "amatorio", aparece el tipo de amor que para el autor es el más importante: "El amor a sí mismo". No se trata de "amarse por sobre todas las cosas", pero tiene que ver con la autovaloración; si no eres capaz de amar tu propio ser, no podrás ser capaz de amar a los demás. En aquella época no estuve muy de acuerdo con el tema, lo encontré incluso algo egoísta... ¿cómo podía ser posible que yo estuviese antes que la persona amada?. Sin embargo, con el correr de los años, me he dado cuenta que el sr. Fromm tenía toda la razón: primero debes amarte a tí mismo, valorarte, quererte, realizarte como persona, para poder amar realmente a quien tu elijas. Me costó algunos años y una relación deshecha el entenderlo... y darme cuenta que hice todo al revés, entregué mucho y no me preocupé de asegurarme yo mismo. Ahora precisamente estoy en ese proceso, el de quererme más a mí mismo. Buscar mi bienestar. Hacer lo que me gusta. Espero lograr el tan anhelado equilibrio.

domingo, mayo 21, 2006


Tengo ganas de gritar
y mi boca está cerrada
no tenía nada que ocultar
y nadie me ocultaba nada
hay algo más o algo menos
me da igual lo mal o bueno
dejar morir, dejar vivir

estoy hundiéndome en la oscuridad del mar
aquí no hay aire pero al fin podré llegar

Más allá...
espero un sol que me llevará sin temer volar
donde un sueño es realidad
más allá...
podré mentirle a mi corazón sin tener razón
más allá no miente la verdad

Tengo ganas de brillar
y mi luz está apagada
no tenía a nadie a quien culpar
y a nadie culpabilizaba
hay algo más o algo menos
me da igual si más o menos
dejé morir, dejé vivir

estoy hundiéndome en la oscuridad del mar
aquí no hay aire pero al fin podré llegar

Más allá...
existe un sol que me llevará sin temer volar
donde un sueño es realidad
más allá...
podré mentirñe a mi corazón sin tener razón
más allá no miente la verdad

Hermanos del viento comparten la razón
en cada momento que el tiempo desdeñó

Viento desde el más allá
despierta el sol que me llevará sin temer volar
donde un sueño es realidad
más allá...
podré decirle a mi corazón sin tener razón
más allá no miente la verdad...

jueves, mayo 18, 2006


FLOJERA
Me da mucha lata el ver que las cosas no han cambiado en nada, y al parecer el lugar geográfico no tiene mayor incidencia. Me explico: hace poco más de un mes comenzamos a entrenar Wushu en la Escuela de Educación Física de la UMCE, más conocido como el Físico. El taller fue gestionado por uno de mis compañeros de entrenamiento, que actualmente cursa el segundo año de Pedagogía en Educación Física, y los propios alumnos de ahi estaban bastante entusiasmados con la idea de aprender un arte marcial y deporte olímpico... pero NO VAN A LOS ENTRENAMIENTOS... llevamos poco más de un mes entrenando solo nosotros, mostrando el taller y difundiendo la actividad en el lugar... pero nada... recién hoy se acercó un chico y se quedó a entrenar con nosotros. Sin embargo, todo este tiempo nos ha servido para observar el comportamiento de los estudiantes de educación física, y nos hemos dado cuenta de que estos muchachos tienen cero compromiso con su actividad. O sea, si es que no practicas un deporte específico, no tienes la disciplina ni la iniciativa para entrenar por tu cuenta, y la mayoría de estos chicos es así... nosotros los observamos, y nos damos cuenta que sólo se quedan con lo que aprenden en las clases, y solo tratan de salvar el ramo. Y mientras nos fijábamos en eso, recordé que en mis tiempos de universidad, pasaba exactamente lo mismo: la mayoría de mis compañeros se quedaba sólo con el entrenamiento de las clases, y se acordaban de entrenar el día antes de la prueba práctica. Afortunadamente, yo ya tenía la disciplina e iniciativa para entrenar que me había dado el kung-fu, y con algunos compañeros formamos un grupo de entrenamiento, que en los ratos libres o "ventanas" aprovechábamos de mejorar nuestra capacidad aeróbica, éramos "habitués" de la sala de máquinas, siempre tratando de mejorar... y además cada uno de nosotros entrenaba en su deporte: básquetbol, vóleibol, hándbol, gimnasia aeróbica de competición, yo entré a la rama de Taekwondo...y fui seleccionado universitario... en fin; a lo que voy es que ni siquiera los que estudian lo relacionado con el deporte y la actividad física se esfuerzan por mejorar. No son todos, nunca es bueno generalizar, pero ya hemos comprobado que la gran mayoría se deja estar, "salvando" sólo para la prueba. Yo me pregunto ¿que clase de ejemplo darán a sus alumnos cuando estos "individuos" salgan al mundo laboral y tengan que hacer clases y "mostrar" sus habilidades? Seguramente utilizarán el viejo método de "el alumno modelo", aquél que todo lo hace bien... seguramente llegarán a convertirse en "el viejo de gimnasia", aquel individuo que arrastra un abdomen prominente, que aún viste de buzo y que sólo incentiva a correr "detrás de la pelota". Personalmente yo no quiero y nunca quise eso para mí. Y afortunadamente, muchos de mis compañeros que entrenan Wushu y estudian, tienen la disciplina de entrenar y seguir mejorando. Por que no se trata de "salvar el ramo", es una cosa de amor propio, de vencerte a tí mismo, demostrarte que eres capaz de ser más rápido; de resistir más; de ser más fuerte; de mantener conocimientos actualizados; de cuidar tu cuerpo y tu alimentación. Porque, querámoslo o no, somos modelos a seguir, por una infinita cantidad de niños, adolescentes y adultos que ven en el Profesor de Educación Física la consecución de la máxima habilidad, el gesto deportivo perfecto. Y para lograrlo debemos trabajar, entrenar duro día tras día. Sacrificio, algo que al parecer no todos están dispuestos a realizar.

lunes, mayo 15, 2006


Sólo quiero desaparecer, buscar una salida definitiva.
Cada vez me hundo más.
Quiero salir, pero no puedo.
Quiero estar bien , pero no me dejan.
Quiero responder, pero no tengo trabajo.
Quiero sonreir, pero no tengo de qué.
Quiero creer, pero me cuesta.
El dilema del erizo: "mientras más te acercas, más dañas a los demás con tus púas".
Y mientras, sigo vivo.
Buscando cómo volver a respirar en cada segundo.

viernes, mayo 12, 2006


El inconfundible peso de la edad
Eso de que las capacidades se van perdiendo con el paso de los años lo veía muy lejano...hasta que comenzó a suceder. En efecto, todo lo que una vez fue sólo teoría y artículos de libros y materia de estudio en la universidad, hoy se hace cada vez más palpable. Y da un poco de lata y de rabia al mismo tiempo, ya que el cuerpo no responde como antes: cuesta más entrar en calor; no tienes la misma elasticidad de antaño; si te lesionas te demoras más tiempo en sanar; cuesta más tiempo recuperarse después de un entrenamiento intenso... en fin, cosas que veía tan lejanas, ya me están sucediendo. Y no hay nada que hacer, salvo paliar de alguna forma el avance del tiempo con una correcta alimentación y siendo más cuidadoso con la carga de entrenamiento. El problema es que aún siento que soy joven (sólo tengo 28!!!) y que puedo dar más... pero a veces el cuerpo simplemente no responde. Y no es que hoy amaneciste más tieso y te cuesta elongar, por ejemplo, sino que ¡¡todos los días te está costando elongar!!. Se dice que un deportista llega al máximo de su rendimiento alrededor de los 26 años, y que a partir de ahí "la curva" empieza a bajar. Pero no creo que el descenso de las capacidades sea tan rápido. O más bien, no quiero que sea tan rápido. Siento que todavía puedo llegar más lejos. Pero una cosa es lo que deseo y otra cosa es la realidad: cansancio, lesiones acumuladas y un largo etcétera ya han dejado su marca. No voy a abandonar el deporte, ni el Wushu, ni nada de lo que hago, pero desearía que nuestras capacidades se mantuvieran incólumes, y siguieran incrementándose. De momento, vienen a mi cabeza las palabras que resumen el ideal olímpico: "MÁS RÁPIDO, MÁS ALTO, MÁS FUERTE"... a las que agregaría "MIENTRAS EL CUERPO TE AGUANTE". Bromas aparte, sólo espero que esto sea una mera sensación, y que el tan temido desgaste se aplace el mayor tiempo posible. Repito, aún soy joven y tengo mucho más para dar.