ENJOY THE SILENCE.

Me encanta el silencio. Esa sensación de paz, de calma que te da el no oír nada a tu alrededor. Recuerdo que de niño solía buscar un lugar alejado de los ruidos cotidianos, y ahí me quedaba, por largos momentos, meditando, reflexionando, soñando. Era el momento indicado para encontrarme conmigo mismo, con mi mundo de niño. Y ese gusto por la ausencia de sonidos me acompaña hasta hoy. Suelo alejarme de la gente ruidosa, de la música demasiado estridente, de los gritos y demases.

En mis tiempos de universidad, el silencio fue un compañero fiel. Y ambos fuimos incomprendidos. Hasta hoy lo somos. Porque los demás no pueden entender cómo puedo estar solo, en silencio, si emitir palabras, a veces durante horas.

Para mí, el silencio es vital. Es la ocasión en que puedo dar rienda suelta a mis pensamientos, conectarme con mi esencia, mi fragilidad. Es el momento en que soy yo mismo.